#Perú,
Programa Nacional de Vivienda Rural: Un sueño hecho realidad
Hace un año (2015) visité Azulhuanca, una comunidad en la
región Áncash, donde tuve la oportunidad de conocer al señor Fermín de 78 años
y a la señora Hilaria de 75 años, ambos beneficiarios del Programa Pensión 65.
Muy orgullosos me invitaron a conocer su casita y compartir con ellos unas
ricas papas con queso ancashino.
Su casita era muy acogedora y tibia: doble cubierta en los
techos, piso de madera, con puertas y ventanas dobles para que no se pierda el
calor interior, ni ingrese el aire frío del invierno; en palabras de Hilaria: “ahora sí se siente diferente acá adentro” y ríe con ganas…
El friaje y las heladas no son fenómenos nuevos. De hecho, cada año, los titulares y los reportajes dominicales nos hablan de este tema.
Tampoco es monopolio de una región, tenemos heladas en las alturas de nuestra
sierra, pero también tenemos friaje en regiones de la Amazonía. Los niños
pequeños y los ancianos son los más vulnerables frente a este fenómeno.
“Antes era muy helado y sufríamos bastante”. Recuerda doña
Hilaria: “los chiquitos también en el
pueblo mucho se enfermaban. Ahora ya no”.
Para el gobierno nacionalista, el Programa de Viviendas
Rurales es una forma de trabajar por la igualdad de oportunidades, para que las
familias del campo puedan vivir en un ambiente confortable y más calentito
cuando vienen las heladas y el frío.
Además de soportar las heladas, los módulos de vivienda
se están construyendo de tal manera que resistan los sismos, con materiales de
la zona y mano de obra de hombres y mujeres de cada comunidad, quienes han sido
especialmente capacitados. “Acá sabíamos construir, pero ahora hemos aprendido
a hacer casas fuertes y para no pasar frío”, según dice don Fermín.
Hoy el programa está en 13 regiones de nuestro país: Amazonas, Áncash, Apurímac, Arequipa, Ayacucho, Cajamarca, Cusco, Huancavelica,
Huánuco, Junín, Moquegua, Puno y Ucayali y tiene 10,758 beneficiarios, de los
cuáles el 40% son mujeres.
Me contaron que las mujeres están cumpliendo un rol muy
importante dentro de los núcleos ejecutores, ocupan los cargos de tesoreras,
fiscales, secretarias y presidentas “y
son muy buenas haciendo los adobes y las más cumplidas”, según comentó don
Fermín.
La visita a la casa de Hilaria y Fermín fue realmente
acogedora y “calientita”, no solo por la temperatura del ambiente, sino sobre
todo por el cariño con que nos recibieron y transcurrió la visita. ¡Las papitas
y el queso estuvieron deliciosos además!
Ahora podemos decir que el país tiene una
solución probada frente al friaje y las heladas, una metodología de trabajo
para llegar a las poblaciones más dispersas, una tecnología que reconoce
nuestra diversidad y la incluye en sus patrones de construcción y tenemos el
empuje de nuestras mujeres que se comprometen junto con el Estado a seguir construyendo un país de oportunidades.
Conociendo el interior de la nueva viviemda de Hilaria y Fermín.
Compartiendo con Hilaria, su familia y vecinas unas ricas papitas con queso.
La felicidad irradia el rostro de quienes hoy son dueños de viviendas más "calientitas y seguras".
0 comentarios:
No se permiten comentarios nuevos.